LIDERAR EQUIPOS REMOTOS
Nuevo Reto que se intensifico a partir de la Pandemia
6/6/20252 min read


Liderar en la distancia: un reto que se intensificó con la pandemia
A partir de la pandemia, algo que ya venía ocurriendo se aceleró: el manejo de equipos remotos se volvió parte de nuestro día a día.
Pasé de tener conversaciones espontáneas en la oficina y observar a mi equipo en acción, a gestionar todo a través de una pantalla.
- Zoom reemplazó las reuniones de pasillo.
- El chat se convirtió en la principal herramienta de comunicación.
- Y la conexión dejó de ser presencial para volverse digital.
Para muchos líderes con más de 50 años, este cambio trajo consigo oportunidades, pero también retos profundos que no siempre se dicen en voz alta.
El reto silencioso: liderar sin ver
No es lo mismo coordinar desde una oficina que hacerlo desde la distancia.
Liderar a través de una pantalla implica nuevos aprendizajes, nuevas habilidades y una dosis extra de paciencia y flexibilidad.
En mi experiencia —y en las mentorías que he acompañado—, los desafíos más frecuentes han sido:
a) Sensación de desconexión emocional con el equipo
b) Dificultad para dar seguimiento sin caer en el control
c) Inseguridad por no tener visibilidad del día a día
d) Agotamiento por estar disponible en todo momento
e) Y la expectativa de mantener el mismo nivel de resultados… sin estar presente
¿Qué me ayudó a liderar mejor a la distancia?
Aprendí que no basta con dominar las herramientas digitales.
Liderar equipos remotos requiere rediseñar nuestro estilo de liderazgo desde un lugar más humano e intencional.
- Conexión emocional antes que control: Empezar las reuniones preguntando cómo están, realmente. Eso construye confianza, aunque haya kilómetros de por medio.
- Claridad radical: En lo remoto, lo que no se dice, se interpreta. Ser claras con roles, entregables y tiempos es clave para evitar malentendidos.
- Rituales que generan cercanía: Check-ins semanales, mensajes de reconocimiento, incluso espacios informales. Todo suma a la construcción de una cultura sólida a la distancia.
Liderar a la distancia también puede ser una gran oportunidad. Una oportunidad para desarrollar nuevas formas de confianza, empoderar al equipo y liderar con más inteligencia emocional.